Dibujar es una actividad que favorece la comunicación interpersonal, ayuda a la exteriorización de emociones y fomenta la creatividad.
Ya desde una edad muy temprana las personas comienzan a realizar primitivos garabatos como forma de expresión, antes incluso de la aparición del lenguaje.
Más adelante, en las diferentes etapas del crecimiento, se produce un desarrollo progresivo de las habilidades psicomotrices que premiten la creación de líneas rectas, círculos, cuadrados, rombos y, finalmente, dibujos complejos y escenas concretas.